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Me senté, cerré los ojos y esperé a que todo cayera por su propio peso... Tan rápido como el viento en invierno caí en un mundo de princesas, princesas a mi manera, princesas que no vestían elegantes vestidos rosas, simplemente unos vaqueros cómodos, princesas que no calzaban un zapato de cristal, simplemente unas vans con las que caminar... Los príncipes, no eran sapos primero, eran apuestos chicos con un skate en la mano y su música de Duo Kie en el móvil... Sin elegantes trajes con los cuales seducir a una dama, simplemente llevaban su chándal con el que atraer a una muchacha.